Ante el crecimiento de la escalada represiva de los secuaces del Estado directa o indirectamente atacados, todos somos su objetivo, todos debemos responderles.
El intento de clausura por parte de la URSEC de Radio La Kandela, de Tacuarembó. Los citados por las fuerzas represivas del ministerio del interior por los sucesos de la suprema corte de justicia. El reciente intento de desalojo por la fuerza y posterior acoso policial de La Solidaria. Los intentos por detener la marcha del 10 de Mayo por parte del Estado y las amenazas de grupos paraestatales del sindicato de metalúrgicos (UNTMRA). Sumado a las distintas amenazas y todo intento de ataque a las luchas sociales, no son hechos aislados, sino la profundización de un plan para detener la resistencia. Nuestra respuesta debe ser urgente y contundente.
La Kandela es una radio comunitaria que desde Tacuarembó promueve la resistencia a la megaminería y a todos los megaproyectos, potenciando otras formas de relacionamiento que escapan a la lógica de los grandes medios de comunicación. A principios de este año fue amenazada por parte de la URSEC de ser clausurada, ¿casualidad?
La Solidaria es un espacio autónomo, autoorganizado y autogestionado. En él funcionan diversos talleres abiertos y gratuitos, la radio comunitaria Resistencia FM y una biblioteca social. Además da espacio para que se junten diferentes colectivos para potenciar la lucha social, entre ellos la Coordinación contra los Megaproyectos y la Regional Sur de la Asamblea Nacional Permanente en Defensa de la Tierra y los Bienes Naturales. El pasado Viernes 10 de Mayo a las ocho y cuarto de la mañana un grupo de policías intenta de forma violenta entrar al espacio sin siquiera una orden de juez. Gracias a la seguridad de la puerta, la solidaridad de los vecinos y la rápida respuesta de los compañeros se impidió que entraran. En los días siguientes la policía regresó, repitió las amenazas, pidió datos y citó a un compañero a declarar a la comisaría. Cabe recalcar que en el interrogatorio las preguntas indagaban sobre la posición ideológica del y los compañeros. En los días previos a la marcha el local había servido de base para la carpa que durante dos días estuvo llamando a manifestarse contra los megaproyectos, ¿casualidad?
Ante todo esto, nosotros, la Regional Sur, decimos firmemente que nuestras convicciones no se debilitarán frente a los intentos de desarticulación por parte del Estado y las empresas.
Cada golpe nos reafirma en nuestro camino y nos hace más fuertes. A cada golpe más autoorganización, más solidaridad, más resistencia.
No a los megaproyectos que amenazan la tierra, el agua y la vida.
¡La tierra no se vende, la tierra se defiende!
Regional Sur, Asamblea Nacional Permanente en Defensa de la Tierra y los Bienes Naturales.