Balance de actividades de la ANP

Balance de actividades de la ANP
desde la asamblea en Sauce hasta la marcha del 10 de mayo

Eduardo Canel
Ana María Arrieta
Montevideo, 24 de mayo de 2013

Este balance no pretende ser objeto de discusión en la Asamblea del
próximo domingo, por razones operativas. El programa previsto es muy
extenso, con algunos puntos en los que urge tomar decisiones, y el
tiempo para hacerlo es muy breve.
Sin embargo, consideramos que es necesario tener este insumo (con el
aporte del resto de los cros/as que tengan observaciones para agregar)
para el trabajo futuro. Creemos que la práctica de la evaluación
permanente de lo que se realiza, permite aprender en la acción,
corrigiendo errores y reafirmando aciertos, para que las actividades
futuras puedan acercarnos más a alcanzar nuestros objetivos.
Haremos una revisión breve sobre lo actuado, marcando aciertos y
también algunos problemas que nos preocupan, y que queremos compartir
con el colectivo de la ANP. Aclaramos que las ideas expresadas aquí se
hacen a título individual, ya que no pertenecemos — en este caso — a
ningún colectivo. Somos concientes que este balance no es completo o
exhaustivo, porque para ello sería necesario tener el insumo de otros
colectivos e individuos que conforman la ANP.
Por último, aclaramos que abordamos este balance con un espíritu
constructivo, siendo cuidadosos de no generar animosidad o
individualizar la crítica, y buscando contribuir a seguir sumando a
este movimiento que se está gestando y que se expresó rotunda y
masivamente en la última marcha nacional.

1. Sobre la realización del plan de actividades aprobado en Sauce

A excepción de la marcha del 10 de mayo, las otras actividades
aprobadas en Sauce contaron, en los mejores casos, con muy baja
participación de miembros de la ANP (ejemplos: acampada de UTAA, 1º de
marzo en La Paloma); en otros, fue prácticamente nula (ejemplos: apoyo
a la juntada de firmas en los “Batacazos”, concurrencia al Parlamento
en ocasión de tratarse en Diputados el tema del proyecto de ley de
MGP); y ni siquiera existió en otras (ejemplo: difusión en la Rural
del Prado).
No podemos analizar las causas específicas que explican la baja
participación en cada una de estas actividades, pero queremos señalar
este problema para que se tenga en cuenta a la hora de definir el
próximo plan de actividades de la ANP. Sugerimos que es mejor hacer
poco y bien, que planificar demasiadas actividades que al final no
salen o se hacen mal.

2. Sobre conflictos internos que generan desgaste e ineficiencia operativa

A diferencia de la Asamblea de La Paloma, la de Sauce se caracterizó
por haber tenido una discusión muy desordenada. Como consecuencia de
esto, se avanzó poco en la toma de decisiones sobre temas centrales,
como el relacionamiento con partidos políticos, y se terminó adoptando
un ambicioso programa de acciones sin evaluar la capacidad de la ANP
de llevarlos a cabo.  Las reuniones de coordinación subsiguientes — en
Cerro Chato y Montevideo — estuvieron marcadas por un alto grado de
conflictividad y por actitudes de falta de respeto, que dejaron un
sabor amargo entre muchos participantes.  Estos hechos produjeron, no
solo un serio desgaste para muchos de los compañeros/as, sino que
también, y en consecuencia, causaron una bajísima efectividad en la
toma de decisiones y en la planificación y participación de las
actividades. Algunas de las carencias de la marcha del 10 de mayo que
señalaremos más abajo están directamente ligadas a este problema.
Mirando hacia adelante, el desafío es estructurar las próximas
Asambleas y reuniones de coordinación de forma que permitan
intercambios constructivos y también una toma de decisiones y una
planificación ordenada y eficiente. Si las Asambleas cumplen con estos
objetivos, dejarán en los participantes la impresión de que valió la
pena participar en ellas.

3. Evaluación de la marcha del 10

A pesar de los problemas señalados, la marcha del 10 fue muy exitosa.
Anotamos brevemente los principales aspectos positivos:

•    Gran número de participantes, mayor que en la marcha anterior.
•    Diversidad de participación y adhesión de nuevos colectivos que no
habían estado en marchas anteriores, o lo habían hecho de otra forma.
A vía de ejemplo, la caballada de San José, gente de la playa de la
Agraciada de Soriano, grupos de Colonia, la Asociación de Estudiantes
de Magisterio, el Centro de Estudios de Ciencias Naturales, y la FEUU
que envió un comunicado de apoyo. También contamos con la adhesión de
la murga La Gran Muñeca que — por sus características — sumó a otros
temas.
•    Gran impacto mediático. Hubo una cobertura mucho más amplia que en
la marcha anterior. Si bien la creciente cobertura en los medios
demuestra la repercusión acumulativa de las marchas, debemos señalar
también que no es todo mérito de estas. La mayor atención a los temas
socio—ambientales en los últimos meses, se explica por una conjunción
de factores: a) la creciente profundización de los impactos negativos
del modelo extractivista, cuyo ejemplo más claro es el reciente caso
del agua; b) encontrarnos en una etapa preelectoral, en la cual los
medios de la oposición se muestran más abiertos a informar sobre los
cargos al gobierno; y c) la acción de muchos actores, que junto a la
ANP, han estado denunciando estos problemas.
•    El espíritu de la amplia mayoría de los participantes (ordenado,
pacífico, por encima de lo partidario) firme en sus rechazos y
reclamos. Pero también, con expresiones lúdicas fruto de la alegría de
una propuesta alternativa clara, de construcción de una sociedad más
justa y sustentable.
•    La reafirmación de la existencia de un movimiento social a nivel
nacional que trasciende a la misma ANP, y que ya no puede ser ignorado
por nadie. Ningún colectivo nacional moviliza hoy la cantidad de gente
que este movimiento pone en la calle, sin estructuras formales, sin
gran disponibilidad de dinero, sin medios de difusión.
•    La marcha se desarrolló casi sin incidentes mayores, lo cual fue un
gran logro, considerando la ausencia de inspectores de tránsito y la
mala voluntad política de las autoridades municipales (que osaron no
autorizar la marcha, a pesar de que nadie había pedido autorización).
•    La dirección del acto final, así como la lectura de la proclama,
fueron extraordinarias, logrando una participación masiva de la gente,
que se sumó a esta, más allá del tradicional coreo de “la tierra no se
vende, se defiende” al terminar.  Gran parte de la lectura estuvo
acompañada de respuestas y reafirmaciones alusivas, hechas a viva voz
por la gente, y el resto escuchada con un silencio profundo, lo cual
sabemos, no es habitual.
•    La cara visible de la marcha — el maestro de ceremonias y los que
leyeron la proclama — no fue montevideana, ni totalmente masculina,
incluyendo también compañeros de sectores históricamente comprometidos
con  la lucha por la tierra.

Si bien como ya dijimos, la marcha fue un éxito, hubo algunos
problemas a tener en cuenta para el futuro, que los anotamos
detalladamente con el fin de socializar la información y ojalá, para
que evitemos que se repitan en el futuro.
Aclaramos nuevamente, que no proponemos ponerlos a discusión en la
Asamblea, por problemas de tiempo:

•    La pegatina central no cubrió gran parte de Montevideo, y fue muy escasa.
•    Hubo poca gente en autodefensa y eso no permitió manejar todas las
situaciones que surgieron, o asegurar respeto de todos los acuerdos de
la coordinación.
•    Hubo personas con banderas partidarias (varias de Asamblea Popular,
una del Partido Colorado), con cuyos portadores se habló, lográndose
su retiro en la mayoría de los casos. La excepción fue una mujer con
una de Asamblea Popular, que se negó rotundamente a ello, lo cual dio
lugar a un acto de violencia sobre una de las compañeras de
autodefensa.
•    Un punto aparte, es la intervención del PERI (Partido Ecologista
Radical Intransigente) que marchó orgánicamente, con una pancarta
alusiva.
•    No se respetó la decisión de encabezar la marcha con la pancarta central:
a) un centenar de personas marchó detrás de la pancarta principal
cuando se había acordado que la caballada era la que tenía que marchar
inmediatamente detrás de la pancarta;
b) dos personas con animales marcharon delante durante toda la marcha
y no aceptaron ponerse detrás cuando algunos compañeros/as de
autodefensa las invitaron a hacerlo.
•    Falta de control en el estrado, que llevó a hechos no autorizados:
a) se subieron carteles, banderas, y un muñeco, los cuales fueron
retirados ordenadamente cuando la gente de autodefensa lo solicitó;
b) se leyó la larga nota de adhesión de la FEUU;
c) se leyó la proclama personal de un compañero de Aiguá, por él
mismo, siendo que al inicio de la marcha, se le había aclarado el
acuerdo de leer únicamente la de la ANP.
•    Algunos compañeros vieron personas marchando con alto consumo de
drogas, ocasionando pequeñas peripecias que pudieron minimizarse.
•    Hubo un incidente con una persona, cuyo carrito llegó a embestir a
un caballo en el intento de adelantar su lugar en la marcha, que pudo
resolverse gracias a la gestión de una compañera de autodefensa y del
compañero Bruno.
•    Un pequeño grupo de compañeros pertenecientes a la ANP le gritaron
insultos al compañero Sebastián, en el momento previo a la lectura de
la proclama por motivos que desconocemos.
•    Notoria ausencia de los/as vecinas de Montevideo, de quienes se
esperaba una mayor adhesión, vista la sensibilidad despertada por la
temática de la marcha ante los recientes sucesos con el agua
corriente.

4. Algunas sugerencias a futuro.

De lo anterior, pensamos que en el futuro…

•    Es fundamental construir la confianza, el respeto, la solidaridad, y
la unión basada en estos valores, de todo el movimiento que
integramos. No es una cuestión baladí, sino la premisa imprescindible
no solo para un funcionamiento armonioso, sino la condición de su
propia existencia. El pretendido consenso que se quiere mantener, solo
es posible si todos nos comprometemos con estos valores y actuamos
acordemente, anteponiendo siempre los intereses colectivos a los
particulares.
•    En particular, es esencial que la Asamblea de Canelones revierta la
situación de desgaste, conflictividad e ineficiencia generada durante
la preparación de la marcha, discutiendo ordenada y constructivamente
los puntos en la agenda, y manejando los tiempos para que tomemos
decisiones sobre los principales temas del dia.
•    Analizar seriamente y con honestidad, frente a cada actividad
propuesta y acordada, quiénes no podrán participar (por las razones
que fuere) para tenerlo en cuenta en el momento de la coordinación.
•    Designar al momento de aprobar la realización de una actividad,
quiénes se hacen responsables de organizar su coordinación
•    Establecer para cada actividad, un comunicado previo, de difusión
masiva, con las características detalladas de la misma, según los
acuerdos alcanzados, e incluirlo en todos los comunicados.
•    Visto que algunos individuos pertenecientes a grupos partidarios, o
estos mismos, pasan por encima de las decisiones colectivas del
movimiento, y que esto probablemente se agrave ante la proximidad de
la etapa pre-electoral, priorizar la toma de postura respecto al
relacionamiento de la ANP con los partidos políticos en la asamblea de
este domingo.
•    En particular, enviar una nota al partido político con actuación
notoria en la pasada marcha, invitándole a no reiterar el hecho
(PERI), y eventualmente, al resto de los que tuvieron banderas
presentes, solicitarles que desestimulen la participación de sus
miembros con banderas de su partido en las próximas marchas.
•    Para cada actividad pública, designar desde el principio, una
comisión de autodefensa que convoque con antelación, a los
compañeros/as que entienda necesarios para el buen desarrollo de la
misma, sobre todo, en las que son de concurrencia masiva y de mayor
exposición, como el caso de las marchas.
•    Desarrollar una estrategia especial para lograr sensibilizar a la
población montevideana. Tener en cuenta que — como lo hemos reiterado
— Montevideo agrupa la mitad de la población de nuestro país, mal que
nos pese.