Propuesta de la Asamblea Participativa Costeña (APC) para la 3ra. REUNIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL PERMANENTE

Ciudad de la Costa, febrero de 2013

La Asamblea Participativa Costeña (APC) hace llegar a la Asamblea Nacional Permanente (ANP) y a las organizaciones que la integran, nuestra propuesta para la conformación de la mesa para dirigir la 3ra Asamblea el domingo 17 de febrero de 2013.

 

Consideramos que, a efectos de ser prácticos, la mesa de la asamblea debe estar constituida por tres integrantes, uno que la presida, otro que haga las veces de secretario y otro que organice el desarrollo de la reunión.

Como integrantes de la misma proponemos a Federico Cantera, Alvaro Jaume y Ana Alonzo, y que al integrar la mesa entre ellos acuerden cuál de las funciones antes mencionada desarrollará cada uno.

En caso que la asamblea decida la conformación de una delegación para llevar adelante los contactos con otras organizaciones y/o personas, tanto del ámbito político como del ámbito social o del ámbito estatal, proponemos que se designe formalmente para hacerlo a Ana Alonzo, Alvaro Jaume y Federico Cantera.

Asamblea Participativa Costeña

 

Ciudad de la Costa, febrero de 2013.

Propuesta de la Asamblea Participativa Costeña (APC) para la 3ra. REUNIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL PERMANENTE, a realizarse el domingo 17 de febrero de 2013 en la localidad de SAUCE, CANELONES.

 

a) Comunicación:

Es pertinente que la ANP componga un informe acordado sobre la voz oficial de la organización, de tal manera que se inhiban las posibles manifestaciones personales o externas, que se generen en forma voluntaria o no, donde además se acuerde un protocolo que permita excepciones para casos puntuales cuya urgencia lo amerite.

Apoyamos la creación de una comisión de “voceros oficiales” de la ANP.

 

b) Organización:

Regionalización:
Estructurar la ANP en regiones afines ofrece ventajas operativas, fundamentalmente de logística que a priori nos resulta atractivo, adherimos a esta idea, pero también existe el riesgo que ello conlleva: se generan espacios de poder que podrían desdibujar la participación deseada frente a la representación. Por ello proponemos a la asamblea que se asigne un período de “prueba” del regionalismo propuesto (algunos meses) para una posterior evaluación, que permita reafirmar, ajustar o cambiar el modelo organizativo.

Decisión por consenso:
Con relación a las decisiones de la ANP entendemos que en primera instancia se debería buscar el consenso, (Una decisión por consenso, no obstante, no implica un consentimiento activo de cada uno, sino más bien una aceptación en el sentido de no-negación), la condición requerida para obtener un consenso implica que alcanza solamente con la oposición de una organización integrante para que no se alcance definición. Por ello proponemos QUE CUANDO EL CONSENSO NO SEA ALCANZADO, para aprobar una decisión se utilice el sistema de Mayoría Simple: Se elige la opción que obtenga más votos de las organizaciones integrantes de la asamblea, presentes en la instancia (Si hubiese abstenciones, éstas no se tienen en cuenta para el recuento) y esta opción compromete de todas las organizaciones integrantes de la Asamblea a accionar de acuerdo a ella.

Relacionamiento c/partidos políticos y “personalidades”:

DEMOCRACIA REPRESENTATIVA: La DEMOCRACIA REPRESENTATIVA consagra en lo formal el derecho a elegir representantes. En los hechos significa el alejamiento de los ciudadanos de la participación y gestión política, tareas en la que serán sustituidos por los representantes elegidos.

 

DEMOCRACIA PARTICIPATIVA: La DEMOCRACIA PARTICIPATIVA asegura la participación y gestión política de los ciudadanos. Si estos últimos y por razones prácticas eligen delegados para alguna tarea, será bajo total control y mandato de los ciudadanos participantes en la gestión.

Reseña:
En un país en donde la Constitución consagra la Democracia Representativa, las organizaciones sociales se aferran a esa Constitución, exigiendo derechos individuales y colectivos olvidados o no reconocidos por las organizaciones políticas. Las luchas por tales derechos inevitablemente toman carácter «político» aunque no como expresión político partidaria. Esto también es fácil de comprender pues en el seno de las organizaciones sociales conviven individuos que legítimamente pertenecen a distintas organizaciones políticas partidarias los cuales pueden estar a favor o en contra de nuestras reivindicaciones sociales. De no hacerlo así caemos en la caza de brujas o el establecimiento de una nueva Inquisición.

La actividad de las organizaciones sociales «afecta» o «condiciona» a las organizaciones políticas, se encuentren o no estas  últimas, ejerciendo el  poder. En tiempos de democracia las reivindicaciones de las organizaciones sociales se convierten en un «hecho político» que cuanto más intensamente se manifieste condicionará en mayor medida a las organizaciones políticas.

Nuestra organización, la Asamblea Participativa Costeña, surgió para enfrentar a una contribución inmobiliaria abusiva y luego en un acelerado proceso se vinculó a otras organizaciones sociales al comprender que teníamos objetivos, enemigos y problemas comunes. La Asamblea Participativa Costeña (APC) define como premisa no tener actividad político-partidaria y los vecinos que la integramos, que somos de diversas filiaciones políticas, asumimos un compromiso superior y estamos unidos por nuestro interés común ante un operativo de expulsión, marginación, desarraigo colectivo y dilapidación de los recursos naturales.

Al igual que la ANP nuestra asamblea se rige por la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, donde cada vecino se representa a sí mismo, con acuerdo de que la organización social se debe regir por la democracia participativa. En el transcurso de nuestra lucha tenemos contactos con jerarcas de la DEMOCRACIA REPRESENTATIVA vigente, tanto de la oposición como del oficialismo y en todos los casos hemos manifestado claramente que aceptamos toda la ayuda y ningún condicionamiento. Conducimos nuestro propio destino. Estos contactos con integrantes de la DEMOCRACIA REPRESENTATIVA no han debilitado nuestra asamblea sino que, por el contrario, la han fortalecido en la medida que visualizamos más nítidamente el escenario en que nos movemos.

Nosotros, la A.P.C. somos los sobrevivientes de un furibundo intento de control por parte del poder político, apelando a la política partidaria como herramienta y argumento para tratar de dividirnos.  Pero volviendo al tema, el pensamiento político -en cualquier sociedad- está presente en todos los aspectos de la vida, y por lo tanto está naturalmente también dentro de las organizaciones sociales, es normal y es bueno que así sea.

Lo que NO DEBE OCURRIR es que una organización política intente controlar ORGANICAMENTE, EN FORMA DIRECTA A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES sea a través de sus propios integrantes o a través de integrantes de la organización social a los que logran condicionar, de diversas maneras. Eso es lo que acabamos de vivir, tanto nosotros como otras organizaciones sociales vecinas. Todo aporte de las organizaciones políticas debe hacerse como debate de ideas en el seno de la organización social, explicitándolo siempre por los integrantes de la misma. Este debate no conspira, sino como dijimos, se trata de algo normal y deseable  que pauta al propio desarrollo de la organización social y sus objetivos.

La Asamblea Nacional Permanente A.N.P. es una organización social de 2º grado, conjunción que multiplica sinérgicamente la presión social y el condicionamiento a las organizaciones políticas. El poder político, que responde a los intereses del gran capital, generalmente ha controlado organizaciones potencialmente peligrosas para sus intereses.  En este caso no faltarán intentos de ese poder político para controlar o quebrar a la ANP que hoy en día es el foco de resistencia más fuerte del escenario nacional.

Si queremos que no nos controlen desde afuera debemos organizarnos bajo la forma de DEMOCRACIA PARTICIPATIVA que asegure una gestión de índole colectivo.  La ANP ya se dio cuenta de esto, pues si caemos en la democracia representativa estamos ambientando la desmovilización y la aparición de burocracias antidemocráticas que terminan trabajando para sus fines personales. No nos olvidemos que el arma más potente de una organización social es su capacidad potencial de movilizar a los ciudadanos.

Todo individuo tiene derecho a integrar una organización social (incluidos los políticos) y deberá ajustarse a un DEBATE DE IDEAS que podría condenarlo y excluirlo. Todo esto en el marco de la organización DEMOCRÁTICA PARTICIPATIVA.  Este papel de las organizaciones políticas en lo referente a la lucha social es lo que menos se ha comprendido y la conciencia de esto, hace que sea tema hoy de la A.N.P.

Proponemos:

Es necesario que toda organización o individuo que independientemente integre la ANP asuma el compromiso de que las únicas decisiones válidas son las emanadas por la propia asamblea general actuando en forma democrática y soberana.

Apoyamos al creación de una comisión que se encargue de los contactos con las organizaciones políticas como la única vía válida. Todos los contactos que se hagan serán a iniciativa y mandatados por la asamblea y las respuesta que esta comisión deba dar a las organizaciones políticas deberán pasar por una asamblea, a menos que ya exista una decisión clara y contundente sobre el tema.